Pues, tienes razón...
En mi trabajo me lo tengo que quitar, cuando estoy metido en las máquinas, se me engancha en tós laos... Luego llego a casa y ni me acuerdo...
Pero eso sí, el cajón de la mesita lleno de relojes... Dios da dientes a quien no tiene turrón pa comé... ¿o como era eso?...
Saludetes.