Lo que está claro es que mejor no echar mano de ellos.
Eso es lo que ellos quieren para que el negocio les salga redondo, no gastar y que el importe del recibo se les quede íntegro, pero hay que tener la conciencia de qué es un seguro y para qué está, y es para usarlo sin más cortapisas en caso de cualquier necesidad que esté cubierta, al margen, de si aplican o no descuentos por no usarlo. Lo peor, es tener el hándicap para no hacer uso del mismo por lo que cuestan cuando se nos presenta la circunstancia que está cubierta por el mismo.