Los sistemas anticontaminación de los motores de combustión, y especialmente en los diesel, son la principal fuente de problemas de fiabilidad y averías que no tenían los antiguos motores. Además, paradójicamente, para tratar de evitar estos problemas es necesario realizar una conducción poco eficiente. Las averías suelen ser costosas y, como bien estás sufriendo, la degradación del aceite es mucho mayor, obligando a anticipar el cambio del mismo, por muy bueno que sea éste. Luego está que el coste de las averías suele ser muy elevado (EGRs, FAPs, etc.). Y si además en los talleres, salvo contadas excepciones, el precio del aceite se multiplica fácilmente por 5 con respecto a lo que costaría si lo compraras tú por tu cuenta, hace que la receta del mantenimiento sea insoportable. No hace falta insistir tampoco en el precio que aplican los talleres por los recambios, aunque sean básicos, como filtros, pastillas de freno, refrigetante, líquido de frenos, etc. Y la mano de obra de un aprendiz a precio de ingeniero de la NASA. Lástima no disponer de unos mínimos medios para poder hacerte tú mismo las operaciones básicas de mantenimiento.
No quiero insistir, pero dedica 5 minutos a revisar en tu factura el precio de los 7 litros de aceite y lo que te costaría a ti comprar dos botes de 4-5 litros de la misma marca y modelo. Se te cae el alma a los pies.