Filtro de combustible: En un vehículo de gasolina, un filtro sucio puede interferir en el flujo de gasolina hacia el motor, provocando un menor rendimiento del propulsor del vehículo, pudiendo llegar en casos extremos a producir su parada total. En un vehículo diesel, la bomba de combustible y los inyectores son especialmente sensibles al agua. Por ello, el filtro de combustible de los motores diesel tiene la función principal de separar el agua del combustible para prevenir, gracias a un correcto funcionamiento, la corrosión y el desgaste prematuro del motor. La recomendación es reemplazar el filtro de motores diesel cada 20.000 kilómetros y el de vehículos de gasolina aproximadamente cada 40.000 kilómetros.
Repito que con esto solo quiero dar la importancia que tiene el filtro, por supuesto que en los depositos nos encontraremos siempre con agua ya sea por introduccion de las propias gasolinera o bien por condensacion, y sin filtro este llegaria a arruinarnos el motor