Así funciona en Renault:
Cada rueda del vehículo contiene un captador de presión, de temperatura y de aceleración. Cada minuto, estos captadores efectúan la medición de la presión, de la temperatura interna y de la aceleración de los neumáticos. Transmiten por onda de radio (433 Mhz) esta información codificada directamente a la unidad central del habitáculo, que analiza las medidas y avisa al conductor en caso de posible fuga o de un inflado inadecuado. El fallo detectado se materializa con el encendido de la rueda implicada en el cuadro de instrumentos y por la visualización, según los vehículos, de un testigo o de un mensaje de texto (sub/sobreinflado, pinchazo, presión inadaptada a la velocidad). En algunos vehículos, también se visualiza el valor de las presiones.
El sistema de vigilancia de la presión de los neumáticos permite detectar las fugas lentas, el subinflado o la inadecuación entre la presión de los neumáticos y la velocidad del vehículo. Al estar así informado, el conductor puede de forma inmediata intervenir para preservar su seguridad. También puede evitar un desgaste prematuro de los neumáticos y prevenir los riesgos de reventón.
La mayoría de las veces cuando pinchamos nos damos cuenta en el momento que ya es demasiado tarde y hay que parar a cambiar la rueda. Con éste sistema te das cuenta muy pronto y te permite ir al taller a hacerlo.
El 6 % de los accidentes mortales en autopista están relacionados con un reventón de los neumáticos, consecuencia de un subinflado o de un pinchazo con fuga lenta.
Creo que es un gran ivento.